20090513

La gran puerta blanca II

-Pero,¿Qué es lo que ha pasado?¿Qué he hecho?-Decía Lucy arrinconada y con lágrimas en los ojos.
-Ah,¿Qué que has hecho dices?¿Quieres saber porque ahora te prohibo volar?-Lucy asintió rápidamente-Porque no quiero que abras La gran puerta blanca para encontrarte detrás de ella todo ese paraiso tropical y extraño que tienes montado, con animales exóticos, cascadas de chocolate, el cielo de ese azul tan raro...
-Es que ahi está todo lo que siempre he soñado o querido por eso está por ejemplo ese gato persa que..-Ya se había relajado, ¡Bah! seguro que solamente era porque él la consideraría una pirada...Lo más raro de todo esque no entendía como sabía el todo eso.
-Ya se lo que hay ahí-Le cortó él bruscamente-No quiero que vuelvas a mirar por ese chisme tuyo que parece un telescopio deformado que te muestra toda la verdad sobre lo que hay en ti, que te mira hacia dentro y te muestra tus sueños y tus deseos , tampoco quiero que entres a la sala que está al lado de la palmera gigante morada.¿Acaso te crees que no se que es ahí donde le escribes a él los versos mas tristes?¿Te piensas que desconozco que todas las nubes que aparecen están hechas de dolor y cada vez que llueve son las lágrimas destinadas a vustro amor imposible?¿Y que me dices del sol?¡Solo ilumina su puta dirección!-Ya estaba fuera de si, cada vez había más locura en sus ojos.

-¿Cómo sabes todo eso?-Susurró Lucy, solo alguien que hubiera estado podría saber tanto.
-Trepé el árbol más alto, me enganché como puedo a una nube de la que casi me caigo, me agarré al último rayo del sol del día, di el mayor salto de mi vida y llegué. Ya ves, solo quería ir para conocerte de verdad, saber que es lo que te gusta, saberlo todo de ti y asi darte la mejor vida posible-Sus musculos se relajaron y esbozó una sonrisa amarga-Y mira lo que encontré..
-Lo...lo siento muchísimo de verdad-Fueron las únicas palabras que ella alcanzó a pronunciar.
Todo aquello era cierto,Lucy estaba ENAMORADA con letras mayusculas de otro hombre, y no podía hacer nada, intentó cambiar , intentó olvidarle y no le sirvió de nada.
En cambio aquel hombre rabioso que tenía enfrente de ella y que ya había bajado el cuchillo, la había dado una vida de lujo, la quería de verdad.
-Dime tú que hacemos ahora, tu dices que lo sientes, pero las palabras "lo siento" no arreglan nada. No entiendo porqué me engañaste, porqué estás conmigo cuando estás profundamente enamorada de otro. Y digo profundamente enamorada porque hasta los peces de detrás de La gran puerta blanca se han ahogado del dolor profundo de su ausencia, y allá por donde yo pisaba, toda la hierba y las flores que habían crecido gracias a la lluvia de lágrimas se marchitaban, se morían al instante, casi lo destruyo todo con mi simple presencia. Se que estando conmigo te ahogas, que esto te está matando, que no me quieres hacer daño..
-No claro que no te quiero hacer daño, esa nunca ha sido mi intención, te lo puedo asegurar, y si pudiera elegir me enamoraría locamente de ti...¡Pero no puedo!- Se la quebró la voz, aunque sentía que se había quitado un peso de encima. Ya no más mentiras, ya no más asfixia.Pero veía el dolor de él sentado en la cama, el dolor de que no te quieran, el dolor de mendigar amor y que solo te den compasión, el dolor que ella llevaba sintiendo tanto tiempo.
-Vete, vuela. Y cuando te estrelles contra su rechazo solo te pido un favor. Que no vuelvas a que remiende y te ponga retales en las alas rotas.

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